
Adiós a la teoría del doble comando: hubo un “correte” que manejo solo y el camino elegido parece ser el de la confrontación y la violencia.
El exacerbado y desubicado discurso de barricada de Néstor Kirchner en el día de ayer realmente asusta, en un país verdaderamente democrático.
Ello se palpa en la gente, en el ciudadano común de más de 40 años que no quiere volver a épocas pasadas, no quiere volver a los desencuentros y la violencia.
El gobierno permanentemente busca enemigos, el que no puede ser comprado es un enemigo, es una lógica sencilla y fascista.
Se nutre de la confrontación, pero no de la confrontación sana y democrática, sino del enfrentamiento virulento, primitivo e irracional.
La soberbia, la ignorancia y la inoperancia de este gobierno, ya de cinco años, está agotando la paciencia de la sociedad.
Parecería que tantas señales rojas no pueden obviarse pero este gobierno no reacciona, y si lo hace, lo hace con un llamado a la violencia.
Estemos atentos correligionarios.
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