martes, 23 de septiembre de 2008

“A TODOS LOS RADICALES” *Por el Ing. Mario Jaraz, Sec. Gral. U.C.R.

Estimados amigos:
No puedo negar que el escribir con tono irónico es un estilo muy difícil, porque para no caer en la chabacanería, en el insulto o degradación de las personas a las que normalmente están referidos los textos en los que se utilizaron estos métodos de escritura, es necesario tener un muy preciso manejo del idioma, un correcto conocimiento de determinadas circunstancias, ingenio, humor y mordacidad, porque sino, seguramente, que la ironía perderá su esencia y se convertirá en nada más que una serie de improperios, insultos, burlas, mofa y desvalorizaciones que en lugar de cumplir el deseo original de quien escribe que es hacer entender a la gente que determinadas decisiones adoptadas por determinada persona o personas, poseen una intención no enunciada y provocar como consecuencia el rechazo.
Esta forma de expresarse es también una manera de formular una crítica tratando de reflejar que el autor o autores del hecho no eso no son aptos.
Asimismo, cuando faltan calidad y estilo en el escrito muchas veces potencian un desprecio total por la sinceridad, la franqueza y la sinceridad que inspiró a los autores de la iniciativa cuestionada.
Para simplificar podría decir que en mi pueblo a todo esto se lo llama "tomada de pelo", pero aquí tenemos la costumbre de utilizarla ante enemigos y no para hablar de cosas o actitudes de amigos o correligionarios.
Los textos a los que nos referimos, aparecidos en los diferentes medios de comunicación, muchos de ellos escritos por radicales sobre radicales, con motivo de la convocatoria que realizara el Comité Nacional de la Unión Cívica Radical a la reunión de la Convención Nacional para los días 3 y 4 de octubre próximos en la ciudad de Mina Clavero, Córdoba, que en el punto 11 del Orden del Día llama a tratar “Proyecto de Reforma de la Carta Orgánica”.
Esta cuestión que provocó reacciones de muy diferentes tenores y que esconde también otras diferencias, nos obliga a pensar en otro gran problema que tenemos los argentinos y que tienen que ver con una educación recibida, promotora de una conducta que, según parece, aún no hemos podido rectificar.
¿Somos capaces de respetar al otro? ¿Sabemos como tratar el "no estoy de acuerdo"? , ¿Somos capaces de decir y llevar a cabo "lo que vos decís no me convence pero podemos discutirlo"? , o nos animamos a sostener un dicho cuyo texto exacto no es el que se transcribe pero que decía más o menos lo siguiente: "no estoy de acuerdo con lo que decís pero estoy dispuesto a hacer todo lo necesario para que puedas decirlo", y varias otras acciones más que tienen que ver fundamentalmente con la comprensión y adhesión que nos generan términos tales como "convivencia", "tolerancia", "amistad", todos marcando diferentes modos de relacionarse entre las personas y muy importantes para el sostenimiento de una sociedad democrática.
¿Nos acordamos de la diferencia que existe entre un enemigo y un adversario y quienes eran los que no las comprendían y no las comprenden?
¡Que cerca están pegando las balas de los intolerantes, de los "enanos fascistas" que según los psicólogos cada uno de nosotros transporta inconcientemente!
Tengamos cuidado.
Quienes estamos totalmente de acuerdo de que nos animemos a debatir si es factible modernizar nuestro partido, si parte de esta modernización pasa por efectuar algunas reformas a la Carta Orgánica, o quizás por otros lugares que nuestra imaginación y conocimiento no nos permitieron abordar, que participamos poco o quizás nada en la elaboración de la propuesta que esta circulando para que todos los radicales las conozcan, que estamos totalmente convencidos con relación al espíritu que la movilizó y podemos presentarnos con total honestidad frente a todos y cada uno de los radicales que tengan algunas dudas, para demostrar que nada se esconde detrás de la propuesta, que la misma no oculta ninguna intención aviesa o el intento de lastimar o molestar a alguno o algunos, sino que por el contrario esta imbuida del mismo espíritu que nos llevo a ser fieles al partido, a defender su identidad, sus principios, su manera de entender la política.
Estamos convencidos de que la misma tiene cosas importantes, pero nuestro convencimiento admite la posibilidad del error, del cambio.
En el orden del día se propone el debate. El debate genera discusión, réplica, contestación, pero si vamos a él imbuidos de la impronta del enemigo, corremos el riesgo de hacer caer al debate en el altercado la disputa o la porfía que siempre traen consigo la bronca y la gresca.
Un debate nunca debe ser un combate.
El antónimo de la palabra debate según los diccionarios de la lengua dicen que son: acuerdo, armonía.
Para esto debemos concurrir. Para debatir buscando el entendimiento.
No para ganarle a alguien específico, sino para tratar de entender a todos.
Así podrá seguir creciendo la Unión Cívica Radical o por lo menos así lo entendemos nosotros.
También en mi pueblo se dice que "las cuentas claras conservan la amistad", que tal si nos animamos y decimos que "la cosas claras conservan a los correligionarios" y le agregamos como sostén de la expresión que para que esto ocurra deben terminar las tratativas ocultas, los acuerdos de cúpulas, el contubernio, el misterio, la trasgresión y la perpetuación.
Todos pueden y deben presentar alternativas diferentes si no están de acuerdo con lo propuesto.
Nadie puede ignorar las buenas intenciones conque esto esta pensado, y si alguno tiene suficientes conocimientos y elementos para demostrar que lo que se esta montando es una farsa, que por favor, ni bien comiencen las sesiones, pida la palabra y nos lo cuente y muestre a todos.
Seguramente que entre todos sabremos que hacer y entonces podremos seguir favoreciendo a nuestra Unión Cívica Radical.
Aceptemos el desafío de ser protagonistas responsables.
Para todos.
Con todo respeto.

sábado, 6 de septiembre de 2008

CARLOS QUIRÓS EN LA RADIO

El ciclo radial DEL DICHO... AL HECHO, que se emite de lunes a viernes a las 12 por La Red 101.9, de Bahía Blanca de Multimedios América; ciclo conducido por Carlos Guardiola y Cristina Garbiero, para una audiencia potencial de 456.583 habitantes, ha tenio la amabilidad de hacerme llegar el audio de la entrevista radial que se me ha realizado en el día de la fecha, los invito a escucharla haciendo clic en la flecha de play.

martes, 2 de septiembre de 2008

25 AÑOS DE DEMOCRACIA - PARA RECORDAR Y SALDAR LAS CUENTAS PENDIENTES

lunes, 1 de septiembre de 2008

A LOS RADICALES: PARA COMPRENDER MEJOR. TAMBIEN PARA LA SOCIEDAD *Por el Ing. Mario Jaraz

Ayer nadie quería ser, todos se querían ir, todos se iban.
Poco importaba la ideología, nada importaba la historia.
No importaban las propuestas ni tampoco los principios.
A ninguno le interesó investigar si era verdad. Si ese era el rumbo correcto. Si la oferta era honesta.
Todos corrían detrás del poder.
Todos encontraban pretextos.
Algunos decían que lo hacían para poder seguir gestionando. (Pero nos lo decían solo a los “fracasados” que nos quedábamos)
Otros decían que habían descubierto una propuesta superadora, la verdad revelada, el futuro deseado.
Y nos decía a los que nos quedábamos que representábamos el pasado.
Que el partido en el que estabamos, su ex – partido, la Unión Cívica Radical, “ya había sido”
Ellos corrían detrás del poder.
Por él serían exitosos. Debían desprenderse del pasado y si podían desgajarlo mucho mejor.
No miraban hacia atrás por miedo a la leyenda bíblica.
Nadie quería ser de sal. Ellos no serían de sal. Eso era para los que nos quedábamos.
Corrían hacia lo dulce.
Hacia el triunfo. Su inteligencia les había permitido entender y cambiar el fracaso por el éxito.
Presurosos corrían detrás del poder.
Corrían subyugados, embelesados, maravillados.
Se habían liberado de la derrota, ella era para los otros, para los que nos habíamos quedado.
Cuando corrían exponían pretextos, explicaciones, justificaciones.
Dejaban atrás una dirigencia caduca. Métodos antiguos. Lealtades nocivas.
El partido no había evolucionado. No lo dejaban evolucionar. Ellos si.
Argucias para evadir la verdad.
¿Y los principios, la ideología, los ideales?.
No importaban, después de todo, si bien no todas son iguales, todas son parecidas.
El problema no era de ellos. Ellos iban al encuentro del poder, de la celebridad, de la notoriedad, la fama.
El problema era para los que nos quedábamos. Eramos los fracasados, los derrotados.
Los custodios de la historia sin futuro.
Pero…: ¿ellos sabían realmente adonde iban?
¿Conocían el destino? Es preferible no pensar que lo ignoraban.
¿O solo corrían detrás del poder?
Algunos no corrieron detrás del poder, sólo porque no fueron invitados.
Tenían derecho a correr. La libertad para hacerlo. Se fueron.
Nos quedamos los perdedores, los equivocados, los con identidad definida, los leales con la historia, con nuestros prohombres, con los principios, con los ideales.
Los que empezamos la tarea de la reconstrucción, del mantenimiento, de la reposición.
Los que seguimos trabajando.
Ellos dejaron de correr. Dicen que llegaron. Son parte del poder.
Comparten gozosamente el haber conseguido los superpoderes para el Poder Ejecutivo. Haber degradado el Poder Legislativo Nacional. Haber contribuido en el avance del Poder Ejecutivo sobre las facultades del Poder Judicial al cambiar la constitución del Consejo de la Magistratura.
Llegaron y son parte de la falta de calidad institucional que afecta los principios de la República, de los que dijeron que los gobiernos encabezados por la familia Kirschner en nombre del partido Justicialista son los primeros que se ocupan en el País de defender los derechos humanos ofendiendo el hecho histórico que significó el juzgamiento por el Gobierno de la Unión Cívica Radical que encabezó el Dr. Raúl Alfonsin de las juntas militares autoras del proceso nacional.
Son parte también de la mentira del INDEC, del avasallamiento de las autonomías provinciales al no respetar el verdadero sentido del Federalismo que establece la Constitución Nacional. Todo a la inversa de lo que piensa la UCR.
Están contentos. Llegaron al poder. Comparten los espacios con el señor secretario de Comercio Moreno, con el Señor Jaime, a quien la UCR a través de sus legisladores ha denunciado en diversas oportunidades ante la Justicia por mal cumplimiento de sus funciones.
Es verdad, llegaron y son parte de todos estos y de muchos otros “logros” del gobierno actual que les permitió sentirse realizados.
Cuando uno de ellos, el señor Vicepresidente de la Nación, juntamente a otros integrantes de su nuevo grupo, la Concertación transversal del Dr. Néstor Kirschner, decidieron “no votar en positivo” la conversión en Ley de la Resolución Nº 125 del Ministerio de Economía de la Nación, que tiene que ver con el tema de las retenciones móviles, muy resistida por el sector agropecuario con el apoyo de una gran parte de la sociedad, desde el poder, le hicieron saber que “había llegado” pero que “no había llegado”, y que les transmitiera esta realidad a sus compañeros de “corrida”.
Habían cambiado determinadas reglas de juego.
Los que juraron lealtad permanente sin cuestionar nada, llegaron.
Los que no pueden ser desplazados porque tienen certificado de legalidad han descubierto que su llegada solo les sirve para enriquecer su currículo personal, para hablar, hacer uso de las prerrogativas formales que le corresponden al cargo al que llegaron (no sólo el Sr. Vicepresidente, sino también algunos gobernadores, legisladores, intendentes, etc.), pero no para resolver cuestiones fundamentales y trascendentales para el País. Eso esta en las manos de los “patrones”.
Entonces hablan.
¿Para esto habían corrido? ¿Para esto habían denostado su propio pasado?
Muchos, la gran mayoría, empezaron a darse cuenta de un detalle. Corrieron, llegaron, pero nadie los estaba esperando ni nadie se ocupó de brindarles un espacio. Al llegar sólo les prestaron una silla y les dieron un poco de agua.
Tuvieron que entender que lo demás no les pertenece y pese a que encontraron, aunque sea devaluado, el título Concertación Plural, de poco les esta sirviendo.
Les están haciendo conocer el viejo dicho: “quien traiciona una vez… etc.etc.”
La realidad los obliga a buscar donde ir. Muchos quieren volver.
Algunos de los que estaban en el partido político del que se habían ido, aunque no quieran reconocerlo y aún hoy les duela decirlo, pero que en el no tenían ninguna responsabilidad directiva, sino sólo un prestigio al que con equivocadas acciones continúan auto devaluando, especialmente frente a la sociedad, vieron en esta situación coyuntural de quienes se habían ido una estadio propicio para volver a lograr trascendencia sin importarles los daños que podrían provocarle al proceso de recuperación que esta pasando el partido, especialmente en lo que se refiere a la credibilidad de parte de la sociedad.
Y empezaron a pedir amnistías generales, a que se abran las puertas, a que se los busque a todos los que habían decidido irse, que se los invite, que se les pida y si era necesario que hasta se les ruegue el retorno.
Pues en ellos esta depositado el futuro del partido.
Los que estámos debíamos entregar el testimonio y retroceder porque ya habíamos realizado suficiente daño sobre todo cuando por defender a la Unión Cívica Radical, que es una manera de vivir, de pensar y de comportarse en la vida, tuvimos la osadía de sancionar y luchar contra aquellos que no solo se iban sino que cada uno deseaba llevarse una parte del partido para entregar a su nuevo jefe como testimonio de que habían cumplido con el objetivo de destruirlo.
Según algunos ¡A ellos debemos llamarlos y rendirles honores!.
¿En nombre de que? ¿Por qué razón?
Nosotros cuando se fueron los respetamos, porque como radicales somos respetuosos de las decisiones que en nombre de la libertad individual que a cada uno le corresponde, corrieron en busca de un escenario distinto al nuestro para concretar su trabajo político.
¿O no sabían que era diferente?
La UCR no es el Kirschnerismo ni el justicialismo.
Solo les pedimos a todos ellos respeto, si no es a nosotros, a los que nos quedamos y llegamos a dirigentes por nuestra firme convicción y voluntad en la importancia de nuestro partido, que lo hagan por los hombres que construyeron el radicalismo y que con satisfacción podemos mostrar, porque nunca corrieron detrás del poder ni intentaron mimetizarse con aquellos que convirtieron al poder en un objetivo para la concreción de ambiciones personales.
A la Unión Cívica Radical, aunque a muchos les cueste creerlo y entenderlo, es a la que no le conviene que retornen, porque perderá frente a la sociedad la pequeña parte de seriedad recuperada, porque no es serio aquel grupo social que prioriza la cantidad a la calidad y con tal de tenerla no analiza la conducta de quienes la integran.
Dice el viejo refrán gauchesco: “Cada lechón en su teta es el modo de mamar”.
Ellos ya eligieron la suya y nosotros la nuestra.