En mi entrada del 1º de agosto, “SEGUIMOS DANDO LA ESPALDA A NUESTRO ELECTORADO”, hice mención a la delicada situación que se generaría una vez que la crisis económica golpeé a la periferia de los grandes centros urbanos, en particular al Gran Buenos Aires, ello en razón de la ya manifiesta ineptitud del gobierno para aprovechar las ventajas de nuestra economía en el marco de la suba mundial de los precios de alimentos y la incorporación al mercado de consumo de los mismos de grandes masas de población, mayoritariamente de China y Asia.
Los análisis del porque de este “desvarío” merece todo tipo de análisis, sin descartar, lamentablemente el psiquiátrico. Pero este es un blog político, no médico, por lo tanto hemos de analizarlo desde este punto de vista.
Al inicio de su primera gestión (sic) Néstor Kirchner convenció a muchos, entre ellos a intelectuales y a muchos que creen serlo y quienes inclusive se animan a firmar alguna que otra carta abierta, que tenía un proyecto de país.
Un proyecto de país inclusivo en donde todos los sectores sociales se verían beneficiados, en particular los sectores de menores recursos, los de la cultura, los derechos humanos, en fin, todo muy loable.
El problema es que este sueño se ha transformado en una pesadilla! Tal proyecto de país no pasó de lo declamativo. Como dije en entradas anteriores, no se hace una política de Derechos Humanos bajando un par de cuadritos, así lo haga el jefe del ejército. NUNCA se puede comparar esa anécdota menor con el Juicio a las Junta Militares llevada adelante por nuestro gobierno radical de Raúl Alfonsín, ese fue un verdadero acto de valentía llevado adelante en momentos en que las fuerzas armadas no se encontraban totalmente subordinadas al orden constitucional. Lo que vino, reitero, es anécdota. Lo nuestro fue HISTORIA.
Ahora volvamos al Gran Buenos Aires: en el diario “La Nación”, del día de ayer, 17 de agosto, se lee “El conurbano, en jaque por la inflación”, “La Caja Provincial, en serios problemas”, “Desnutrición, tuberculosis y una lista de comedores desbordados”.
Es decir, y no quiero se me confunda con la profeta Carrió, ¿se acuerdan? Fue quien se alegró del triunfo de Capitanich en el Chaco, se están dando las condiciones para que se produzca en un futuro no muy lejano un desborde social en la provincia.
¿Cómo responderemos como Partido a este posible desastre que se avecina?, el gobierno nacional es una cáscara vacía carente de proyectos, ideas y recursos humanos capaces, basta con ver quiénes son sus interlocutores, D´Elía y Pérsico, ha dilapidado un poder político increíble, no encuentran manera de controlar la inflación, han llevado adelante continuas políticas de confrontación con los sectores que no le rindieron pleitesía, y la lista puede continuar… pero lo peor es sin duda el desprecio por la dignidad humana de los sectores urbanos postergados y a quienes tienen como rehenes de políticas clientelistas. Aprovecharse de las necesidades básicas de las personas es moral y éticamente reprochables, es ahí donde debemos estar, defendiendo a los marginados, los excluidos y a nuestro electorado de los sectores medios y altos progresistas, pero progresistas de verdad, no solo en el discurso y con increíbles cuentas bancarias.
Ese es nuestro desafío, correligionarios.
