El gobierno está dando la sensación de que ha perdido el rumbo y esto ha creado un clima de incertidumbre y confusión en la gente.
La presidente señaló que la crisis mundial, iniciada en los Estados Unidos, no afectaría a la Argentina y ello no es exacto. La caída de los precios internacionales de los productos primarios necesariamente va a incidir desfavorablemente en nuestra balanza comercial y reducirá nuestro superávit fiscal o pondrá en riesgo su existencia.
Ahora la Sra. Cristina Kirchner ha tomado una medida muy grave que es ajena a los efectos de la crisis internacional, al anunciar la eliminación del régimen jubilatorio de capitalización. Esto significa apropiarse de los recursos de los aportantes lo que constituye una expropiación sin previa indemnización que viola el artículo 17 de la Constitución Nacional. Implica, además, una defraudación ya que el gobierno se apropiará de fondos que no le pertenecen. El proyecto es fruto de su voracidad fiscal ya puesta en evidencia cuando pretendió apropiarse mediante la resolución 125 de la mayor parte de las ganancias de la economía agropecuaria con lo que le causó al país graves consecuencias.
La reforma previsional que el gobierno pretende que apruebe en forma precipitada su mayoría parlamentaria es una improvisación. El tema nunca fue tratado por la candidata oficialista durante la campaña electoral, ni tampoco anunciado o previsto en la reforma del sistema de reparto que se hizo hace pocas semanas, ni cuando el año anterior se permitió que quienes lo quisieran se pasasen del sistema de capitalización al de reparto.
La UCR se opuso a la creación del sistema privado de las AFJP que fue implantado por el mismo partido y, hasta en algunos casos, hasta por las mismas personas, que ahora de manera imprevisible pretenden eliminarlo. No defendemos a las empresas de jubilación privada que obtuvieron enormes ganancias a costa de comisiones desproporcionadas y de altos costos de seguros, defendemos si los ahorros de quienes decidieron quedarse en ese sistema creyendo que estaba amparado por la ley y la estabilidad jurídica. El solo anuncio del gobierno ya ha provocado un desorden descomunal en el mercado financiero argentino, con efectos negativos también en el exterior.
Nos preocupa profundamente que el gobierno con sus medidas inconsultas esté afectando la preservación de los empleos. Este problema no se soluciona con barreras coyunturales a ciertas importaciones o con consejos a los empresarios para dar la sensación de que algo hace. Lo que tiene que encarar el gobierno es promocionar y dar garantías para la inversión creativa de nuevas fuentes de trabajo. Tiene también que respaldar a nuestro signo monetario para evitar que impulsados en la desconfianza, muchos se refugien en la moneda de los Estados Unidos. El que el Banco Central haya tenido que vender más de 1600 millones de dólares es una señal de alerta.
La representación parlamentaria del radicalismo en las dos cámaras, como lo han anunciado los presidentes de bloque, se opondrá al proyecto del régimen previsional del gobierno. También seguirá luchando, al debatirse el Presupuesto en el Senado, por la eliminación de los superpoderes al poder ejecutivo y para que se tengan en cuenta los nuevos factores internos y externos que afectan a la economía con posterioridad a la confección del Presupuesto.
La presidente señaló que la crisis mundial, iniciada en los Estados Unidos, no afectaría a la Argentina y ello no es exacto. La caída de los precios internacionales de los productos primarios necesariamente va a incidir desfavorablemente en nuestra balanza comercial y reducirá nuestro superávit fiscal o pondrá en riesgo su existencia.
Ahora la Sra. Cristina Kirchner ha tomado una medida muy grave que es ajena a los efectos de la crisis internacional, al anunciar la eliminación del régimen jubilatorio de capitalización. Esto significa apropiarse de los recursos de los aportantes lo que constituye una expropiación sin previa indemnización que viola el artículo 17 de la Constitución Nacional. Implica, además, una defraudación ya que el gobierno se apropiará de fondos que no le pertenecen. El proyecto es fruto de su voracidad fiscal ya puesta en evidencia cuando pretendió apropiarse mediante la resolución 125 de la mayor parte de las ganancias de la economía agropecuaria con lo que le causó al país graves consecuencias.
La reforma previsional que el gobierno pretende que apruebe en forma precipitada su mayoría parlamentaria es una improvisación. El tema nunca fue tratado por la candidata oficialista durante la campaña electoral, ni tampoco anunciado o previsto en la reforma del sistema de reparto que se hizo hace pocas semanas, ni cuando el año anterior se permitió que quienes lo quisieran se pasasen del sistema de capitalización al de reparto.
La UCR se opuso a la creación del sistema privado de las AFJP que fue implantado por el mismo partido y, hasta en algunos casos, hasta por las mismas personas, que ahora de manera imprevisible pretenden eliminarlo. No defendemos a las empresas de jubilación privada que obtuvieron enormes ganancias a costa de comisiones desproporcionadas y de altos costos de seguros, defendemos si los ahorros de quienes decidieron quedarse en ese sistema creyendo que estaba amparado por la ley y la estabilidad jurídica. El solo anuncio del gobierno ya ha provocado un desorden descomunal en el mercado financiero argentino, con efectos negativos también en el exterior.
Nos preocupa profundamente que el gobierno con sus medidas inconsultas esté afectando la preservación de los empleos. Este problema no se soluciona con barreras coyunturales a ciertas importaciones o con consejos a los empresarios para dar la sensación de que algo hace. Lo que tiene que encarar el gobierno es promocionar y dar garantías para la inversión creativa de nuevas fuentes de trabajo. Tiene también que respaldar a nuestro signo monetario para evitar que impulsados en la desconfianza, muchos se refugien en la moneda de los Estados Unidos. El que el Banco Central haya tenido que vender más de 1600 millones de dólares es una señal de alerta.
La representación parlamentaria del radicalismo en las dos cámaras, como lo han anunciado los presidentes de bloque, se opondrá al proyecto del régimen previsional del gobierno. También seguirá luchando, al debatirse el Presupuesto en el Senado, por la eliminación de los superpoderes al poder ejecutivo y para que se tengan en cuenta los nuevos factores internos y externos que afectan a la economía con posterioridad a la confección del Presupuesto.
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