Estimados amigos:
La desidia, la inoperancia y la negligencia deben tener límites y los daños en la salud y la integridad de las personas en sentido amplio debe ser uno de ellos.
No puede admitirse bajo ninguna circunstancia que por especulaciones políticas, se oculten cifras de enfermedades, en este caso es el dengue, que ocasionan un daño potencial y real en la salud de las personas, con el agravante que dicho ocultamiento potencie los efectos y la extensión de este mal.
Los que hasta la semana pasada eran 11 casos hoy son miles.
El dengue, la fiebre amarilla y todas las enfermedades de pobreza, la falta de infraestructura básica, la ausencia de políticas públicas de salud deben ser prioridad de nuestro próximo gobierno radical, progresista y popular.
La inclusión es el camino.
CARLOS QUIROS
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