miércoles, 28 de enero de 2009

LA CENSURA "K" *Por Enrique Pereira

¿Y si restablecen la Santa Inquisción o, para ser mas supuestamente criollos, la "Sociedad Popular Restauradora", mas conocida por "la Mazorca"? ¿Saben? Parece que desde algún refugio de lunáticos un grupo de majaretas se congrega para sugerirles a ambos K la concreción de cosas grotescas, peligrosas y, para decirlo con todas las letras, fascistas. Lo ocurrido en Cosquín no mató a nadie. No se gastó siquiera una "curita" para tapar un raspón. El crimen, que lo es, viene por otro lado: es un mensaje para sembrar el miedo, de a poquito, en dosis homeopáticas, hasta que se instala del todo, como en "1984", aquel libro aterrador y visionario de George Orwll. Ya no solamente es peligroso ser Alfredo De Angeli, sino ser hermano mellizo del dirigente rural entrerriano o primo o vecino, o comprovinciano, o tener dos macetas en el fondo, pues puede tratarse de un protochacarero. No puede un compatriota, de buenos antecedentes, sin estar buscado por la Interpol, subir a un escenario de la mano de un músico, que si no estoy confundido, en algún momento fue "K" -si me equivoco pido mil perdones- pni siquiera para recitar "Al agua patito, al agua se fue..", porque los resortes de la servidumbre censuradora funcionan con una maravillosa precisión, esa precisión que no tiene el INDEK, por ejemplo: la Comisión del Festival, el intendente municipal, la TV, censuraron todo, en diez segundos. Mas veloces que Batman... Sobre todo los aplausos cuando Tarragó Ros intentó contar el episodio. El pueblo atronaba con su aplauso reprobatorio la restauración efectiva, concreta, visible, pública y descarada de la censura premedieval en la Argentina. Está en los argentinos impedir ser encerrados en un calabozo cuyas paredes sean las fronteras. Este es el comienzo. A estas atrocidades hay que pararlas de entrada, nomás. El cerebro de los que se mandaron esta cagada -sin perdón por la palabra- que no es la primera, ya es la costumbre, no les permite elucubrar una milésima de idea que les haría saber que si el hermano mellizo de Alfredo De Angeli dice su recitado, los ciudadanos, aplauden y nada, nada pasa. Nada hubiese pasado. En cambio, como en los mencionados cerebros habita la bosta mazorquera, y el gusto de demostrar poder al santo botón, hacen las cosas de tal manera que hasta los esquimales se enteraron que en la Argentina de la Revolución "K" (según narró la filósofa-Presidente en el Kremlim, ha caido en desuso toda protección para el pensamiento ajeno, establecido desde la Asamblea del año XIII hasta la fecha, a través de leyes, Constituciones y elementales normas republicanas. Esto es muy grave, es terriblemente grave. Esto es -sin sangre- lo mismo que restaurar la tortura y los delitos por desacato. Esto es propio de falangistas, de fascistas, de Videla y sus amigotes, son las cosas con que Franco atacaba a Joan Manuel Serrat, a José Antonio Labordeta, a Miguel Hernández, a tantos otros trovadores, a tantos otros ciudadanos. Y no hablo de la expereiencia nacional pues todos la tenemos presentes. Los "K" están destituyendo a la República. Son ellos los destituyentes. Y los "vice censuradores" se volverán cada vez mas celosos y peligrosos en su acción "matadora de las ideas", que prohibirán tangos, zambas, chacareras, chamamés, recitados, zarzuelas o lo que fuera, que contengan palabras que a ellos no les gusta, Si dice la palabra "chacarero", o "soja", o "hambre",, fuera, fuera la obra, fuera el que cantará, recitara o tocara. Esto es tan loco como aquel decreto del 55 que prohibía decir "Perón" y términos conexos. Nadie le llevó el apunte y pasó a las historia de las grandes infamias. Pero aquella barbaridad que ya era, objetivamente, una porquería y una reverenda imbecilidad en 1955, mas de cincuenta años después, cuando se ha ido y vuelto de la Luna, un negro fue presidente de Sudáfrica y ahora un negro es presidente de los EEUU, esta clase de acciones totalitarias son un retroceso a las cavernas, propio de quienes solamente anhelan sembrar la oscuridad, agigantando los costos de la corriente eléctrica, favoreciendo la desaparición de lo que queda de la casi inexistente seguridadad. Se deberán hacer cargo de eso. ¿Quien salvó su vida impidiendo que el mellizo referido no dijera su recitado? ¿Quien salvó su pudor cortando la transmisión del festival? ¿Que enseñanza se brindó a los niños haciéndole saber que en la cúspide del poder una pareja nos puede apagar las radios y los televisores del paìs entero y ordenar lo que podemos ver y lo que, como nenes, no podemos ver. ¿Quien cree o creyó que nadie se iba a dar cuenta de la deliberada locura, de la infame censura que debe avergonzar de por vida a su hacedores? No tenga duda el intedente K, los integrantes de la Comisión del Festival, que ya están en el Guinnes de la cretinada universal. Lo que ocurre es que los que tienen la mentalidad, confesa u oculta del totalitarismo, suponen que el resto de los ciudadanos son un conjunto de ignorantes, bestias, tontos, bobos, que no advierten las maniobras miserables, además de pelotudas- también sin perdón de la palanbra- que significan hacer estas censuras. ¿Se acuerdan cuando Onganía prohibó "Bomarzo", la ópera del gran maestro Ginastera. Bueno: a esa altura están los K y sus lacayos coscoínos y de la TV. ¿Que iría a recitar De Angeli? Parece que una glosa de algo de Tarrago.¿ O capaz que se descolgaría con El Remate, de Yamandú Rodriguez? No lo sabemos, tal vez lo sabremos. Seguramente los sicarios póstumos de Camps y Torquemada supusieron, en un delirio, que De Angeli entonaría las estrofas del Himno Nacional, cuya letra, si la analizamos bien, para los censuradores es una tremenda denuncia contra los enemigos de la censura, pues no una vez, sino tres veces, proclama el reino de la Libertad!!!
Paraná, 28 de Enero de 2009
Enrique Pereira
Vocal Titular del H. Tribunal de Ética de la Unión Cívica Radical Miembro de Numero del Instituto Nacional Yrigoyeneano

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