viernes, 8 de febrero de 2008

DE “GRAN CAPITÁN” A “CABO DEGRADADO”, UNA HISTORIA DE AMOR INCONDICIONAL NO CORRESPONDIDA

No abundaré sobre la noticia, ya conocida por todos, sobre el “eterno” viaje, y lo de “eterno viaje” no es solo por lo interminable sino porque fue lo más parecido a la muerte, de los pasajeros de “El Gran Capitán” que realizaban el trayecto Posadas-Buenos Aires.
Ya a esta altura indudablemente, no hablamos de “Gran Capitán” sino de un “cabo degradado”, al tal punto que no amerita ni mayúsculas, y que se encuentra tan degradado como el sistema ferroviario nacional.
Este viaje del infierno no es un hecho ni puntual ni casual, es un hecho cotidiano que padecen tanto los pasajeros de larga distancia como así también en forma cotidiana los usuarios de los servicios del Gran Buenos Aires.
En los 90 se hizo célebre la frase, entre otras, “ramal que para ramal que cierra” que junto con la complicidad de la burocracia sindical ferroviaria destruyó no solo la red ferroviaria sino también el tejido social del país, creo que solo en este gremio se perdieron unos 70.000 puestos de trabajo.
El radicalismo fue entonces una fuerte oposición a todos los proyectos que nos condujeron a estos desastres, recuerden la palabra oposición.
Y ahora viene la paradoja: quienes utilizan en forma intensiva estos servicios son las clases menos favorecidas por el sistema, quienes, según los datos estadísticos, son el baluarte electoral del peronismo y le dieron la victoria al Kirchnerismo en las últimas elecciones. Es decir, se trata de un “amor incondicional” hacia este movimiento, amor que, o bien no es recíproco o al menos no es correspondido en igual forma.
No olvidemos el calvario que también significó para muchos pasajeros el viaje a la costa atlántica con horas y horas de demoras.
Pero claro, no creo que en “El Gran Capitán” o el expreso a Mar del Plata viaje Antonini Wilson.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

esta nota para mi, esta sintetizada en una sola palabra"exquisita"